El hambre de los maestros

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El hambre de los maestros

El conocido proverbio “pasar más hambre que un maestro de escuela”, que aún se usa pero cada vez menos, alude a la precaria situación de los maestros de primera enseñanza a lo largo de siglos.

En Benadalid el “hambre magistral” está documentada desde 1752: en las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada los regidores del pueblo declararon que la escuela estaba vacante, porque el último maestro, por el corto estipendio (20 ducados anuales, unos 180 reales de vellón), no pudo subsistir y mudó de vecindario (ver más detalles del Catastro aquí).

Un episodio de 1901 tuvo amplia difusión en la prensa. Completa esta serie un caso de fecha anterior (1892): el del maestro de Algatocín que, asediado por el alcalde, buscó refugio en Benadalid.

Catastro de Ensenada, sobre «el Maestro de primeras Letras que havía»

10-XI-1866 / El Profesorado de Primera Enseñanza / Granada

Segun nos escriben de Benadalid, en la provincia de Málaga, se adeuda á el profesor y profesora de aquella villa todo el año económico de 1865 á 1866, y todo lo que vá trascurrido del actual, por dotacion de personal, material y retribucion. Ni las repetidas quejas de los maestros, ni sus reclamaciones ante el Gobernador de aquella provincia, han sido hasta ahora eficaces para hacer que el Alcalde del referido pueblo abone cantidades tan absolutamente necesarias á aquellos funcionarios para atender á la subsistencia de sus familias. Esto es escandaloso, y llamamos sobre ello la atencion del digno Sr. Rector del Distrito, á fin de que adoptando enérgicas medidas se ponga coto á tamaños desafueros, á semejantes ilegalidades, que no se comprende como pueden cometerse despreciando la ley y á las autoridades superiores de la provincia.


25-IX-1877 / El Magisterio Español / Madrid

ATROPELLO GRAVE

El Avisador Malagueño refiere un caso que dice le escriben de Benadalid, y que vamos a estractar.

El día 3 del actual un alguacil le entregó á la maestra la llave de una casa con el órden del alcalde para que inmediatamente se trasladase á ella con la Escuela. La Maestra contestó en el acto por escrito que era público en el pueblo que la casa que se le destinaba está hundiéndose y amenazando ruina, que los vecinos próximos se reunen para denunciarla y que hace años se encuentra infestada de tisis, por cuya enfermedad nadie la alquila, y que por todo esto pedia se le señalase otra casa.

Todo fué inútil; al dia siguiente se presentaron el juez municipal, el Secretario, el alguacil y dos testigos y le plantaron en la calle todos sus muebles, así como á la Maestra y á su familia. Gracias al Sr. Cura que les facilitó en su casa una habitacion, aunque reducida.

Es de notar que á esa pobre Maestra se le deben 14 meses de su haber, material y retribuciones.

El alcalde merece algo por el hecho.


2-IV-1901 / El Imparcial / Madrid

El maestro de Benadalid (Málaga), D. Ildefonso Pérez Muñoz, á quien de los catorce meses que llevaba desempeñando el cargo, se le adeudan doce, ha tenido que cerrar la escuela para no morir de hambre.


7-IV-1901 / La Crónica Meridional / Almería
7-IV-1901 / El Avisador Numantino / Soria :
9-IV-1901 / La Lucha / Gerona
11-IV-1901 / La Región Extremeña / Badajoz

BOCADILLOS

El maestro de Benadalid, en vista de que de catorce meses que llevaba desempeñando la escuela le adeudaban doce, renunció á su condición de héroe y cerró la escuela.

Sin comer se pasó doce meses
el maestro de Benadalid,
y á su lado resultan pueriles
las tremendas hazañas del Cid.
Y aun querían que desempeñara
esa escuela que optó por cerrar.
Y él dirá -¡Doce meses sin sueldo
y aun me dicen que á “desempeñar”!

TIBERIO


20-IV-1901 / El Magisterio Español / Madrid
24-IV-1901 / Gaceta de Instrucción Pública / Madrid :

Noticias

Primera Enseñanza

El Maestro de Benadalid (Málaga), D. Ildefonso Pérez Muñoz, á quien de los catorce meses que llevaba desempeñando el cargo, se le adeudan doce, ha tenido que cerrar la Escuela.


16-V-1901 / El Liberal / Madrid

ESCUELA CERRADA

Recomendamos al ministro de Instrucción pública la lectura de una interesante carta que hemos recibido.
Es una nota sangrienta.
El ministro que evite para siempre estos horrores, merecerá bien de la patria.
Los políticos que pasan por el ministerio de Instrucción pública sin acometer y resolver el gran problema del pago á los maestros, sólo merecen el olvido de sus conciudadanos.
La carta tristísima que ofrecemos á la consideración del conde de Romanones dice, sin quitar ni poner punto ni coma:

Sr. Director de EL LIBERAL.
Muy señor mío: Como hace catorce meses que desempeño la escuela pública de niños de este pueblo y de ellos se me adeudan doce, me veo, con esta fecha, en la imprescindible necesidad impuesta por las circunstancias, contra mi voluntad y antes que sufrir los horrorosos tormentos del hambre, de cerrar la escuela que á costa de inmensos sacrificios obtuve y celosamente vengo desempeñando.
Le ruego lo haga constar así en las columnas de EL LIBERAL, y por ello le anticipa las gracias su afectísimo s. s. q. s. m. b., – Ildefonso Muñoz, maestro de Benadalid (Málaga).


18-V-1901 / La Publicidad / Granada

Correo de anoche

El hambre de los maestros.

Dicen de Málaga que el maestro de la escuela pública de Benadalid, de aquella provincia ha cerrado la escuela, que venía desempeñando hace catorce meses, por adeudarle el Estado nada menos que los haberes de un año. El infeliz maestro dice que toma esa determinación para evitar los tormentos del hambre.


Nota.- D. Ildefonso Pérez Muñoz ganó la plaza de Benadalid en 1899 (1). Ya antes de su nombramiento oficial (2) formuló una consulta a la revista del magisterio, que recibió esta respuesta (3):

Benadalid- I.P.M.- Desempeñando escuela de 825 pesetas, puede pedir otra de igual sueldo en traslado, pero no en comisión, pues ésta sólo existe cuando se pasa á escuela de sueldo inferior. Tanto para el traslado como para solicitar en comisión escuela de 625 pesetas, necesita usted dos años en esa.

(1) El Magisterio Español, 13-XII-1899.
(2) Íbidem, 9-V-1900.
(3) Íbidem, 17-III-1900.


3-VII-1911 / El Magisterio Español / Madrid

Distrito de Granada.

Se aprobaron las medidas adoptadas por la presidencia clausurando las Escuelas de Benadalid y la de niñas de Montejaque, por falta de locales.


9-XII-1892 / Las Dominicales del Libre Pensamiento / Madrid

Los maestros bajo la restauracion.

Esos pobres maestros que hablan de las ventajas de la enseñanza católica, afirmando que ella sólo puede “dar dias de paz y bienandanza”, así como toda clase de felicidades «temporales y eternas”, que se enteren de lo que les está pasando a sus colegas en esta España católica que tiene establecida la enseñanza católica, no de ayer sino de toda la vida.

Oigan, oigan lo que hace el monterilla de Algatocín (Málaga). Habla el maestro de dicho pueblo dirigiéndose en instancia el gobernador de la provincia:

“Dicho alcalde resiste facilitarme casa habitación cual está obligado, dándose el espectáculo vejatorio é incalificable de que por el juzgado municipal se me hayan puesto los muebles en medio de la calle y se me obligue á dormir en las plazas públicas por falta de recursos para buscar hospedaje; cuantas reclamaciones hago á la alcaldía y á esa Junta provincial desde el mes de Octubre ultimo en demanda de casa y del cumplimiento del art. 191 de la Ley de Instrucción pública y del 236 del Reglamento, son estériles; lo ruinoso de la casa que habitaba, la incapacidad de la que se me quería á viva fuerza hacer tomar, según tengo expuesto á V. E. en diferentes ocasiones y la resistencia que naturalmente he tenido que poner á permitir la burla, que no otra cosa puede llamarse el proceder del alcalde con quien ejerciendo una honrosa carrera le viene siguiendo, han hecho se lleve á efecto uno de aquellos atentados que no se registran en ningún país medio civilizado, y que por oficio del 6 del próximo pasado comuniqué á V. E. y á la alcaldía, sin que ésta atendiose ni procurase evitar, antes por el contrario se prestó á desahucio y se me lanzó de una manera violenta colocándome los muebles en la calle como antes digo, y perdiéndose estos, por estar en el más completo abandono.

“Como consta en esa superioridad, la casa que ocupaba desde Octubre del año último estaba declarada ruinosa por peritos, siendo inútiles mis gestiones para conseguir otra. La Junta provincial en 26 de Julio acordó viniera el señor inspector á instruir al oportuno expediente, sin que hasta la fecha se haya cumplido tal acuerdo. En mi ausencia del pueblo por cuarenta y ocho horas, el dueño de la finca la mandó destejar, dejándome casi á la intemperie y cuantas gestiones hago para que se me dé otro local son inútiles. Se me insulta, amenaza y atropella dentro de mi domicilio por el dueño de la finca, con testigos. Se demanda de desahucio al Ayuntamiento por el dueño de la casa, y éste de común acuerdo admite el desahucio sin darme nueva casa cual tiene obligación con arreglo á la ley: en el día 6 se me hace por el secretario del Juzgado municipal D. Juan Bautista de la Salud (conocido por los usurpados apellidos de García Guerrero), el que según se ve no tiene miedo á vivir en el perpetuo delito de usurpación de nombre, y á presencia del dócil juez municipal, síndico de la Corporación y otros, una notificación de desahucio, y como me negase á admitirla puesto que á quien correspondía, era al alcalde, de una manera violenta, con coacción, amenazas, palabras insultantes y dándome golpes se me obligó a firmarla sin facilitarme copia. Recurrí á V. E. en demanda de amparo, sin que hasta la fecha haya tenido resultado. Ya en el dia 15 coronaron tanta arbitrariedad, abusos y desprecio á las leyes, á mis derechos y á la obligación que tienen de dar casa al profesor, lanzándome los muebles á la calle, dejándolos en el más completo abandono en la puerta del cementerio, y pareciéndoles poco el acto, acuerdan una cencerrada dispuesta por el dueño de la casa á ciencia y beneplácito del alcalde, procesado por desobediencia, y del juez municipal, cencerrada que tuvo que reprimir el cabo comandante del puesto de la Guardia civil.

“Ante semejante atropello, no existiendo el principio de autoridad, pisoteadas las leyes, desatendidas las órdenes de V. E., perdida toda fe y esperanza, y no teniendo garantía personal por desconocer por completo estos munícipes la Constitución del Estado, sin otro imperio que el de la fuerza y estando en continua persecución por el alcalde, sin recursos, sin hogar y sin ningin genero de garantías, quédame únicamente el recurso de marcharme á un pueblo inmediato al cuidado de familia propia por haber caído enfermo como puedo justificar por la asistencia que me prestara el licenciado D. Miguel Ramírez.

“No se concibe, Excmo. Sr., tanta inmoralidad, tanta violacion de las disposiciones vigentes, tal desconocimiento de la Constitución del Estado, tanta negativa á cumplir las órdenes superiores más que en un alcalde á quien se le ha seguido causa por desobediencia y contra quien pesan grandes responsabilidades en el expediente instruído por el delegado de V. E.

“Lo extraño, lo inverosímil y lo particular es, que esto suceda en un pueblo de la provincia de Málaga y que se cometan por autoridades.

“Más que país civilizado, el pueblo de Algatocín es un departamento de Marruecos y lo que no concibe el exponente es, que en nación civilizada se consientan semejantes atropellos y falta de respeto por el alcalde á los mandatos de V. E., de la Junta provincial, y aun del Excmo. Sr. Ministro del ramo.

“No he de molestar más la superior atención de V. E.; concluyo suplicándole me ampare en mis derechos, ordenando al alcalde de Algatocín me facilite casa habitación, cual tiene el deber, con arreglo a la ley y que se me abonen mis sueldos hasta el día en que sea trasladado á otro punto de igual categoría.

“Gracia y justicia que no dudo alcanzar de la reconocida rectitud de V. E. cuya vida guarde Dios muchos años.

“Benadalid, 1.º de Octubre de 1892. –Enrique Durán Sánchez.”

Arrojados en medio del arroyo, desposeidos, objeto de mofa, obligados á huir del pueblo y abandonar la escuela; hé ahí como se trata á los maestros por esta restauración protectora de jesuítas y frailes. En el álgido del gobierno clerical bajo Fernando VII, se cerraban las universidades; en el álgido del gobierno clerical de la restauración se cierran las escuelas. Mientras más catolicismo más odio a la enseñanza; mientras más protección á los frailes y á los curas más desprecio á los maestros; para recibir á los frailes repiques de campanas, para arrojar á los maestros cencerradas: tal es la situación.

¿No tenemos razón para llamar idiotas á los maestros que hablan de las felicidades temporales que trae la enseñanza católica? Preguntadle, preguntadle al maestro de Algatocín, sin muebles, sin escuela, sin casa, sobre las felicidades temporales que rinde la enseñanza católica; preguntáselo á los infortunados maestros de Lorca, preguntádselo á esos maestros que andan por las calles de las ciudades pidiendo limosna.

Diríjase en cambio la mirada hacia los maestros láicos de Francia, llenos de todo género de consideraciones y aumentando sin cesar en felicidades temporales.

¿Cuando acabará tanta farsa? ¿De qué os sirve tener un Cristo en las escuelas, si luego lleváis un alma tan cruel y despiadada como la del alcalde de Algatocín? Que no haya Dios en las escuelas, pero que se trate con caridad, con piedad, con dignidad á los maestros, tal cual sucede en Francia; esto es lo que quiere la sociedad contemporánea, que está harta de hipocresías y ansiosa de verdadera humanidad y justicia.


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