La falda del Genal – IV
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Mapa geológico de la falda del Genal
Hora es ya de mostrar la distribución en superficie de las principales unidades estratigráficas que conforman la vertiente del Genal (o como diría nuestro modisto: los pétreos faralaes de esta falda tan recamada).

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En el tramo más bajo, el de las Pizarras Azul de Humo, queda clara la distinción entre las del Alpujárride (1) y las del Maláguide (2). También se puede apreciar la repetición de los afloramientos de las Calizas Alabeadas (3) y del Permotrías (5), unos cerca de la Sierra y otros algo más lejos.
Conocida la planta del edificio, veamos un alzado sintético (y por lo tanto aproximado):
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Perfil geológico de la falda del Genal

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A la derecha, dentro del tramo más hondo, de las Pizarras Azul de Humo, se representa con un degradado de color la superposición de unas rocas más metamórficas sobre otras que no son tanto. En el capítulo anterior (III) se ha resuelto esta anomalía mediante una gran falla inversa subhorizontal , que en lenguaje técnico se define como un corrimiento.
A la izquierda, en los niveles más altos de la estratigrafía, se aprecia la repetición ya mencionada de varios elementos. Para explicar cómo pudo producirse esta otra anomalía, recurriré al perfil de Dürr que pasa por el pueblo. Nuestro amigo pintó el Permotrías con su clásico color rojizo, y el resto de materiales (pizarras, grauvacas y calizas) del Manto de Málaga de marrón, pues no estaba entre sus fines distinguirlos.

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El mecanismo es parecido al propuesto para explicar el salto de intensidad en los materiales metamórficos: una falla debida a fuerzas de compresión, es decir una falla inversa que ha montado un bloque sobre otro. Después, se ve que la erosión ha eliminado buena parte del diseño.

Según este corte geológico, el Permotrías aflora tres veces, y para explicarlo se ha añadido otra fractura igual. Debo advertir, ya que las he asimilado por su origen compresivo, que estas posibles fallas inversas que limitan el techo del Permotrías no alcanzan, ni de lejos, la magnitud del corrimiento del manto Maláguide sobre el manto Alpujárride.
Fijémonos ahora en la base o muro de la serie roja o podemita. Es la línea ee del dibujo, según la cual el Permotrías yace indistintamente sobre cualquier tramo anterior, sin obrar fallas por medio. Se trata de una discordancia erosiva. Las capas precedentes se han formado en el fondo del océano, pero estas son de ambiente continental. Como mínimo, este cambio indica una emersión de los sedimentos marinos, con la consiguiente etapa de erosión, y el posterior depósito de los materiales permotriásicos por encima del nivel del mar. Como mínimo digo, pues hay datos que apuntan a una fase de plegamiento de las pizarras, grauvacas y calizas antes de su levantamiento y erosión.
Quedan algunos flecos de esta falda aún por examinar, pero la Sierra y el Guadiaro piden ya que les prestemos atención.
