Los límites del término – III
Las dos siguientes actas de amojonamiento del término son más simples que las anteriores, pues la línea límite está determinada por sendos cursos de agua: el arroyo Gorgote (con Alpandeire) y el río Genal...
Las dos siguientes actas de amojonamiento del término son más simples que las anteriores, pues la línea límite está determinada por sendos cursos de agua: el arroyo Gorgote (con Alpandeire) y el río Genal...
Deslinde entre Atajate y Benadalid. Reunidos en el sitio denominado “Yunca” el día veintitres de Mayo de mil ochocientos setenta y seis los señores que con sus respectivos cargos y representacion abajo se expresan...
Definir el término municipal de Benadalid es tan fácil como persignarse de norte a sur y de oeste a este, pues “va de las Zorreras al Frontón, y de Río a Río”. Sin embargo,...
. Mapa geológico de la falda del Genal Hora es ya de mostrar la distribución en superficie de las principales unidades estratigráficas que conforman la vertiente del Genal (o como diría nuestro modisto: los...
. Pizarras azul de humo.- Del reino de Neptuno al de Plutón Según Orueta (1917), por debajo de las calizas alabeadas se sitúa el … (…) tramo de las pizarras color azul de humo,...
El tramo de las pizarras y grauvacas también incluye algunos lentejones de conglomerado, como el que forma el cerro del Higuerón y el de la Palma. A primera vista se distingue del conglomerado del...
Como quedó dicho, las rocas que abundan en esta falda son: pizarras, areniscas y calizas; a las que hay que añadir algunos lentejones de conglomerado y niveles de sílex, para completar de momento el...
. Aquella orden de Isabel la Mariscalilla, mujer fuerte e inteligente, de aprovechar los higos antes de que la tormenta los desperdiciara, evoca una divertida anécdota de Andrés Laguna (1570) que Pío Font Quer...
. Manolo, ventero de San Juan a orillas del Genal, jubriqueño y por lo tanto ocurrente, un día de verano cuando varios benalizos volvíamos del Charco Picao a por la cervecita post-spa, me preguntó...
. ¡Ah!, bicho embrujado, martirio de mi casa, que tan apacible quisiera. Dicen que los atenienses te criaban en jaulas para gozar cómodamente tu canto.Una, durante la somnolencia de la digestión, pase; pero cientos,...