Benadalid
BENADALID
En plena serranía rondeña, a 145 kilómetros de la capital de la provincia, a una altitud de 690 metros sobre el nivel del mar y con una superficie de 20,80 kilómetros cuadrados de termino municipal, se levanta Benadalid, al pie mismo de la carretera comarcal 341, que une Ronda con Algeciras.
Cabe dentro de lo posible que algunos pueblos antiguos residieran en la zona en que hoy se asienta Benadalid; o que algunos poblados nómadas pasaran por sus inmediaciones, basando este hecho en el de encontrarse el pueblo en la carretera Ronda-Algeciras, paso obligado hacia el interior,
Pero lo que es totalmente seguro es que las dominaciones romana y árabe tuvieron en Benadalid unos centros de relativa importancia, precisamente por ser paso obligado hacia Ronda.
Por lo que respecta a la dominación romana, sabemos de ella por el primitivo nombre del poblado -Corona-, que después los árabes modificaron en parte añadiendole el prefijo Ta, por lo que pasó a llamarse Ta-Corona nombre con el que fue conocido durante bastante tiempo.
Pero sucedió que llegaron al pueblo los componentes de la horda berberisca de los Beni-al-Jalí, que se aposentaron en él. Y estos cambiaron el nombre del poblado, que se llamó desde entonces de igual forma que ellos mismos, es decir Beni-al-Jalí, que es el nombre árabe del que se deriva el actual pues, efectivamente, la pronunciación de uno y otro coinciden en toda la acepción de la palabra, salvando las variaciones que el tiempo ha producido en él: así, de Beni-al-Jali pasó a llamarse Benadalid.

EL CASTILLO
Muy cerca del pueblo existe una fortaleza, conocida con el nombre de Castillo de Benadalid, y sin embargo, parece que esta fortaleza no nació con el propósito de defender al pueblo, que está situado a más altura que el castillo; para contemplar la fortaleza hay que salir de la villa, cosa que se aleja mucho de lo habitual en estos casos, toda vez que los castillos nacieron siempre para defensa de las poblaciones que nacían a su amparo y cobijo.
Parece -y esto sí tiene visos de certeza-, que el castillo sirviera de vigía y enlace de dos poblaciones igualmente importantes: Gaucín y Ronda, situadas una al norte de la mencionada fortaleza, y otra al sur de la misma.
El castillo, al menos en lo que a lo exterior se refiere, se conserva en bastante buen estado. Su planta es cuadrada y tiene en cada uno de sus angulos una torre redonda y una portada con arco de medio punto, en cuyo dintel aparece aún un escudo de piedra muy estropeado. Por cierto que lo más probables es que el relativo buen estado de conservación se deba a que sobre su indudable antigüedad, en 1635 se hicieron obras de acondicionamiento del mismo, ordenadas por quien entonces ostentaba el señorío de Benadalid, el VIII duque de Alcalá y virrey de Nápoles.

EL PUEBLO
Es de resaltar la indudable belleza del pueblo, sus calles estrechas, su blancura, el cuidado extremo con que los vecinos cuidan todos y cada uno de sus rincones.
Y sus costumbres, sus fiestas, su estilo distinto de entender la amistad. Todo en Benadalid es distinto y casi me atrevería a decir que mejor.
Y sus costumbres, sus fiestas, su estilo distinto de entender la amistad. Todo en Benadalid es distinto y casi me atrevería a decir que mejor.
Entre las fiestas más populares a nivel de toda la comarca de la serranía, están las de moros y cristianos, representación que tiene lugar en Benadalid todos los años durante el mes de agosto, concretamente en honor de San Isidoro. Unas fiestas en las que participan todos los vecinos de manera general. Ocurre, como en todos los sitios donde no existe ayuda oficial, que las fiestas de moros y cristianos van celebrándose a trancas y barrancas, es decir, con dificultades, con las dificultades propias de un cada día mayor aburrimiento por parte de organizadores y del pueblo, que es en definitiva el que participa.
También es verdad que el pueblo no ha solicitado oficialmente al Ministerio de Cultura al menos la declaración de estas fiestas como de Interés Turístico Provincial, declaración que, de conseguirse, podría traer algún beneficio al pueblo, pues estas fiestas podrían incrementarse al contar con la ayuda estatal e inclųso podrían atraer un turismo, que ahora se niega a Benadalid, pese a las muchas bellezas que tiene como pueblo serrano. Eso sí, desde los pueblos de la serranía, sí que bajan infinidad de personas a contemplar esta representación.

LA FIESTA
La fiesta es, en sí, conocida. Los moros están parapetados a la espera de la salida de la procesión con la imagen de San Isidoro, y en cuanto la salida se produce, los moros atacan a los cristianos que acompañan al santo, consiguiendo, tras dura pelea, retener prisionera la imagen llevándola a la Casa Consistorial, colocandola en la parte baja del edificio, mientras la. plaza es acordonada considerándose prisioneros todos los que están en ella.
Obligatoriamente, todos los que están en la plaza deben visitar a la imagen de San Isidoro y depositar unas monedas como pago a su liberación.
Poco después, la imagen del santo llegará a la explanada del castillo que estaba en poder de los cristianos y en el que están prisioneros los príncipes Muley y Ozán, pero que los moros consiguen conquistar tras dura batalla.
Por último, y tras una lucha encarnizada, los cristanos se rehacen, atacan y vencen, consiguiendo liberar al santo y haciendo prisioneros al rey moro, a su corte y a todos los soldados, que acompañan a los cristianos hasta la iglesia, donde se celebra la santa misa.
REALIZACIONES
Es alcalde de este pueblo de 300 habitantes, don Juan Luis García O’Reilly, presentado a las municipales con las listas de UCD. El es quien nos cuentas las realizaciones que hasta la fecha se han llevado a cabo en su pueblo y que, en resumen, son las siguientes:
Se ha hecho un muro de contención del castillo ya que había una zona en auténtico peligro, que se ha evitado con estos sesenta metros de muro que han costado 950.000 pesetas.
Igualmente, y para la construcción de una pista polideportiva, hubo que remover la tierra y necesitó la construcción de otro muro. La obra, entre la construcción del muro y la pista, ha costado más del millón de pesetas, de las cuales, el Consejo Superior de Deportes ha aportado 500.000, y el IRYDA ha subvencionado con otra buena cantidad. Otro muro se ha construido en calle Puente.
La plaza central del pueblo ha sido pavimentada, con un monto total de la obra de 600.000 pesetas, de las que también el IRYDA ha aportado un importante tanto por ciento. También se ha arreglado la techumbre del Ayuntamiento, que estaba en malas condiciones. Por último es de resaltar la nueva red de distribución del alumbrado publico, cuyas obras han importado 400.000 pesetas.

PROYECTOS
Dos son los proyectos más importantes: el embobedado del Arroyo La Mina, para lo cual Diputación ha hecho un proyecto de cinco millones de pesetas, y el embobedado también del arroyo de Calle Solana, que pasa bajo casas particulares. Ninguna de las dos obras tienen aún el plan definitivo confeccionado.
PROBLEMATICA
El paro y la sequía son los dos mayores problemas de este pueblo, que tiene un presupuesto municipal de 1.286.339 pesetas, pero que necesitaría al menos el doble de esta cantidad.
La sequía ha producido que las cosechas de aceitunas y castañas se pierdan, de tal forma que de oliva se ha perdido el 60 por ciento de toda la campaña, y de castaña se ha perdido el 80 por ciento ya que la cosecha actual no representa ni el 20 por ciento de la de años anteriores.
Por lo que respecta al paro, el problema es tan acuciante como en los demás pueblos de la zona, pues son bastantes familias las que se encuentran sin la más mínima posibilidad de trabajo o de ayuda.
Y sin embargo, con todos estos problemas. Benadalid es un pueblo amante de la cultura en todas sus manifestaciones, y es un pueblo que mira al porvenir de frente y con orgullo, el orgullo de un pueblo que se sabe con fuerzas para sobrevivir, aunque con dificultades.
José L. ARRANZ
(Fotos: Rafael Díaz)
